P&G Championships 2014

En primer lugar, es de agradecer la labor de promoción y divulgación de la gimnasia que hace la USAG (o la British Gymnastics, por ejemplo) y todas las facilidades que nos da a los aficionados para seguir cualquier evento que organiza (vamos, lo mismico que la Real Federación Española de Gimnasia).

En cuanto al campeonato en sí, buena competición la que nos ofrecieron ayer las trece supervivientes que han llegado hasta aquí, y es que este año las lesiones y retiradas prematuras (Elizabeth Price, McKayla Maroney, Lexie Priessman, Peyton Ernst, Rachel Gowey...) han hecho mella en las filas yanquis. Las gimnastas actuaron con bastante seguridad y aplomo, hasta el punto de que sólo se contabilizaron tres caídas y ninguna en barra, que ya tiene mérito. Lo que pasa es que dos de esos graves errores fueron protagonizados inesperadamente por Kyla Ross, una gimnasta normalmente muy consistente y poco dada a semejantes batacazos, que se presentaba (y, en mi opinión, aún sigue siéndolo) como la máxima candidata al subcampeonato, porque mientras "la bestia de ébano", o sea, Simone Biles, esté en este plan, ya tiene, salvo lesión o debacle, el título asegurado de antemano en cuantas competiciones participe... de momento.

Biles se mostró en la línea del Secret U.S. Classic, es decir, espectacular. Algún mínimo desequilibrio en barra y una combinación rota, la última diagonal en suelo un poco corta y un salto de danza falto de giro, un pequeño rebote para estacionar el Amanar, algunos desajustes en asimétricas y poco más. La dificultad de todos sus ejercicios, excepto el de asmétricas, es brutal y su ejecución muy buena, aunque no cuide demasiado los pequeños detalles, como los empeines y cosas así. Las notas, con todo, me parecieron muy exageradas, sobre todo en barra y suelo, donde superar el 9 en ejecución en una gran competición internacional es harto difícil, ni aun haciendo la octava maravilla del mundo.

Ross empezó bastante bien en barra, con ese ritmo cansino que la caracteriza, pero segura y elegante. En suelo empezaron los problemas al sentarse en la primera diagonal, y es que un medio giro doble mortal adelante agrupado incrementa considerablemente su dificultad si lo precedes de un tempo. Y tras un muy buen Yurchenko con doble pirueta, pero no de los mejores que le hemos visto, nos sorprendía de nuevo negativamente fallando el doble en plancha de salida en asimétricas, después de un gran ejercicio.

La consecuencia directa de estos errores es que Kyla se ha visto relegada al cuarto puesto en la clasificación de este primer día, superada no ya sólo por Biles, como era previsible, sino también por Maggie Nichols y Alyssa Baumann. Nichols es una gimnasta bastante completa, no destaca en ningún aparato, pero cumple bien en todos, aunque no hay nada de ella que me llame realmente la atención. Baumann, en cambio, me gustó bastante en barra y puede ser la gran beneficiada de la lesión de Rachel Gowey de cara a integrar el equipo del Mundial. En los demás aparatos muestra un nivel aceptable, pero nada especialmente reseñable.

Ashton Locklear demostró que lo del Classic no fue flor de un día y repitió una gran actuación, especialmente en asimétricas, donde tiene un ejercicio bonito y arriesgado que ella ejecuta con bastante soltura y mostrando unas líneas preciosas. Se puede decir que, de momento, sigue ganándole la partida a Madison Kocian por ese puesto de especialista en asimétricas y barra.

Pero para asimétricas espectaculares las que se marcó Brenna Dowell, con unas combinaciones impresionantes y muchísima dificultad, aunque su ejercicio no deja de parecerme una copia un poco pobre de aquél magistral de Elizabeth Tweddle.

Por último, reseñar que esta vez Mykayla Skinner no falló e hizo una competición correcta, pero como hay cosas casi imposibles de cambiar, su ejecución sigue tan chapucera como siempre, su Cheng, desde mi punto de vista, raya el nulo, porque el Código especifica claramente que la repulsión debe ser con ambas manos y ella un brazo lo lleva de adorno, y si yo fuera Martha (que afortunadamente no lo soy, por si alguien tenía alguna duda, jeje), no la incluiría en el equipo del Mundial más que en todo caso como suplente, y seguramente ni eso.

Sin duda, el Amanar es un salto muy complicado y realizarlo está al alcance, hoy por hoy, de muy pocas gimnastas. En cualquier caso, USA sigue contando con varios, yo no veo que haya mucha diferencia respecto al anterior ciclo olímpico. Entonces, que yo recuerde, tenían un Amanar Maroney, Wieber, Douglas, Raisman y Price, mientras que ahora lo hacen Biles, Maroney, Dowell, Gowey y Priessman, que yo sepa, más el Cheng de Skinner. Lo que pasa es que algunas de estas gimnastas se encuentran actualmente lesionadas (Gowey y Priessman) o en proceso de recuperación (Maroney), y Dowell se reserva para el campamento de entrenamiento previo al Mundial por unas molestias en un tobillo.