"Los secretos de Deferr"

Bueno, es un artículo donde pone que Deferr fue a visitar un colegio y las preguntas que le hicieron los chavales, una pena que no pusiesen mas, porque está bastante bien

Citación :

"Sueños, confianza, compromiso, constancia, coraje, optimismo, sacrificio, equipo e ilusión". Bajo el manto de esas palabras ilustró el gimnasta Gervasio Deferr (7-11-1980) la charla que ofreció en la mañana de ayer a los alumnos del colegio Santa Teresa de Jesús de las Madres Escolapias. Deferr es uno de los miembros de derecho de la pléyade deportiva española de la actualidad.
Lleva una década en la élite deportiva mundial pero, por aquello de dedicarse a la gimnasia, sus éxitos resuenan de manera especial en los años olímpicos. Él no ha fallado en ninguna de esas citas: fue oro en salto en Sydney'00, fue oro en salto en Atenas'04 y fue plata en suelo en Pekín'08.
A la charla de ayer, organizada por la Asociación de Padres de Alumnos, acudieron los alumnos de 5º y 6º de Primaria, así como los de los cuatro cursos de Secundario. Deferr apoyó sus palabras en vídeos de los ejercicios que le reportaron las medallas. Al final de cada uno de ellos, los aplausos hacían temblar las butacas del salón de actos del colegio.
Especialmente, después del maravilloso ejercicio de suelo de Pekín. Se puede buscar en el 'youtube'. Apagadas las luces del recinto, Deferr pidió al encargado del sonido que quitara el volumen de la retransmisión, ya que las palabras de Paloma del Río se adelantaban a las piruetas del español.
En ese inmaculado silencio y en esa casi total oscuridad, los jóvenes alumnos ni respiraban para admirarse del escaso minuto que duró el ejercicio. Tras la clavada final, la ovación del público hizo que el deportista se emocionara, lo que demostró señalando a la piel de gallina de sus brazos.
"Toda la vida para conseguirla", resumió como si nada Deferr. Sus dos anteriores medallas fueron en el salto de potro, pero en el ejercicio donde se le rinde pleitesía desde sus comienzos, desde aquella plata en el Mundial de Tianjin (China) de 1999, es en suelo. Él siempre quería una medalla olímpica en suelo, pero 'falló' en Sydney, donde no se clasificó para la final, y en Atenas, donde fue cuarto por apenas 63 milésimas.
En esos dos eventos, los respectivos oros en salto sirvieron para compensar, pero solo en parte, la desazón por no subir al podio en suelo. Por eso, ayer en Escolapias, volvió a lanzar su puño al aire tras ver por enésima vez el ejercicio. Sigue dando la sensación de que esa plata le satisfizo más que los dos oros anteriores, por mucho que ponerse a comparar medallas suela resultar inútil.
En una de las preguntas de los chavales, acerca de si considera que mereció el oro, recordó que los jueces de una final no pertenecen a ninguno de los países de los finalistas. Pero él considera que la diferencia de su actuación con la del chino Kai Zhou fue inferior a las 275 milésimas que decretaron las puntuaciones: "No tengo nada contra Zhou, que de hecho es mi amigo, pero sí contra su medalla de oro", recordaba ayer más entre risas que desde el rencor.
Otro joven alumno le preguntó por el signficado de los tatuajes en sus brazos. Aparte de los tatuajes famosos por sus oros en Australia y Grecia, Deferr lleva unos símbolos en sendos antebrazos: "Mi hermano estudia japonés y se quería tatuar mi nombre en ese alfabeto. Yo le dije que también quería tatuarme el suyo. Ahora tenemos los dos nombres tatuados en cada brazo (cambiados). Es que a mi hermano (Juan Pablo) le quiero muchísimo".
Tras una nueva salva de aplausos, y después de una pregunta en la que se le inquiría por su mayor sacrificio, Deferr explicó que lo que más le había costado dejar en su Cataluña natal era la familia, "sobre todo a mi madre y a mi hermano, porque con mi padre estoy en contacto casi a diario". Gervasio Deferrr vive en la residencia Blume, en Madrid.
Allí entrena a diario con un soriano, Sergio Muñoz. También hubo palabras para él: "Siempre nos habla de cuando se viene para aquí. Un mes y medio antes de Pekín tuvo un esguince. Estuvo cojeando hasta una semana antes, pero aun así compitió". Recordó Deferr el Mundial de Stuttgart de 2007, una prueba clave porque de ahí saldrían las selecciones que se clasificaban para el concurso completo de los Juegos de Pekín: "Lo logramos, por tercera vez consecutiva. Subir a un podio a nivel individual y recibir los aplausos está muy bien, pero lograrlo con los compañeros con los que has reído, sufrido y llorado durante tanto tiempo, es mucho mejor".
En una comparecencia ante tres centenares de jóvenes informados, existía la posibilidad de que alguien preguntara por uno de los episodios que menos le gusta a Deferr. "¿Por qué te dopaste?", fueron las palabras que se escucharon. Él intuía que podían hacer referencia al tema. Pidió a la muchacha que se levantara, y le recordó que según las nuevas ordenaciones "el dopaje implica que la sustancia consumida ayude a la mejora del rendimiento, y se ha demostrado que el cannabis no ayuda a ello. Yo llevaba dos años lesionado y me fumé un porro con los amigos un día de fiesta. Desde entonces he pasado 256 controles y nunca he dado positivo, así que no me he dopado nunca".
Uno de los padres también le hizo una pregunta complicada. Deferr comentó que era la primera vez que se la hacían, pero le gustó. La pregunta era algo así como "¿no te obcecaste demasiado con el ejercicio de suelo, cuando podrías haber destacado quizás en todas las especialidades si las hubieras preparado bien?". Explicó el gimnasta que "hasta 2001 sí intenté competir en todos los ejercicios, pero tuve dos roturas de hombros, y desde entonces decidí 'acomodarme', aunque me sigue gustando competir en paralelas y barras".
El medallista olímpico comentó las dificultades de compatibilizar el deporte de élite con los estudios y el ocio habitual de una persona de su edad. Explicó que no es imposible y que él incumplió una promesa que le hizo a su padre: "Le dije que si ganaba el oro en Sydney dejaba de estudiar. Él aceptó, pensando que si no lo había logrado ningún español, no lo iba a hacer yo. En aquellos días había dejado los estudios, gané el oro y luego volví a estudiar. Además, tengo un compañero que ha estado conmigo en las dos últimas Olimpiadas y tiene dos carreras".
Una profesora, viendo emocionada a la multitud y multitud de brazos levantados, avisó de que la próxima iba a ser la última pregunta. Los 'abucheos' se tornaron en otra ovación cuando se escuchó "yo no tengo prisa". Hubo alguna otra pregunta, un mortal hacia atrás del protagonista y un cierre definitivo por parte de otra de las profesoras. Y después, una fila interminable de alumnos buscando su autógrafo. Hoy hablará en el instituto La Rambla de San Esteban de Gormaz a partir de las 12.00 horas.

http://www.heraldodesoria.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.19615

Luego lo leo.

Gracias, pablo

Me quedo con su primer parrafo, bueno frase.....................

Una dedicacion hasta ..................................pufff......................